El Monstruo Milton (Milton the Monster), fue una serie infantil de dibujos animados que se transmitía en Perú por los años ochenta. Narraba historias de un engendro que nació de un experimento de laboratorio, que echaba humo por la cabeza y con un aspecto parecido al de Frankenstein. Sin embargo, lejos de ser terrorífico y maligno, era una criatura ingenua, debido a una falla por sobredosis en uno de los insumos que se usaron para crearlo. Su padre el profesor Wido, lo detestaba porque Milton era solícito pero torpe, no era una criatura malvada, buscando siempre la manera de deshacerse de él, por ser un invento fallido.   

Aquí en Perú, un fantasmagórico partido liderado por la pareja presidencial, también tiene a su propio Milton, solo que no es un monstruo ni echa humo por la cabeza y que resulta un experimento más, fruto de la improvisación y el caos político al que sometieron a su partido. El ex ministro de vivienda Milton Von Hesse renunció a su cartera, para luego inscribirse como militante del Partido Nacionalista y a la vez, ser pre candidato a la presidencia en las elecciones del año 2016. Así de rápido, así de fácil y así de informal. Sin que su dirigencia convoque a un llamado a las bases, a un pleno partidario, sin una evaluación del Comité Ejecutivo, sin nada de nada, aunque valgan verdades, en el Partido Nacionalista ya no hay de donde escoger.

Fue así que la sola propuesta del presidente Ollanta Humala, para que el economista Milton Von Hesse, integre las filas nacionalistas y se ponga la camiseta con la “O”, para que fuera inmediatamente presentado por Nadine Heredia, como la carta ganadora y suficiente para que congresistas y dirigentes nacionalistas, respalden su pre candidatura, bajo cartelones y aplausos de una bulliciosa y entusiasta portátil que gritaba: "Milton, amigo el pueblo está contigo"... no interesa si ellos no lo conocen, ni saben quién es, lo que vale es el montaje: Ese falso olor a multitud que lo haga sentir como en casa, que sienta el vigoroso respaldo de una portátil, que meses atrás coreaba el nombre del ex ministro del interior Daniel Urresti, de quien rápidamente ya se olvidaron.  

En el mes de febrero del presente año, en el Partido Nacionalista se vivió una escena similar, su presidenta Nadine Heredia a pesar de que era una postulación insostenible, presentó al controvertido ex ministro del interior Daniel Urresti, como nuevo militante y pre candidato a la presidencia, por el hecho de gozar de popularidad; el ser achorado y campechano eran su mejor carta de presentación; no interesó si no daba la talla de estadista o si tiene un proceso penal por homicidio, lo que valía era imponerlo como sea, porque era el bacán con esquina que incursionaba en política, en un partido de congresistas sumisos y mediocres que en silencio o regañadientes, aceptaban su imposición. Con el transcurrir de los meses, su popularidad fue decayendo, una nueva denuncia por violación sexual terminaron con sus aspiraciones presidenciales, viéndose obligado a renunciar. 

Milton Von Hesse se destaca por su trayectoria en el sector público, es un tecnócrata reconocido, que ha dirigido dos carteras ministeriales y entidades gubernamentales, que podría contribuir en otro partido con mayor expectativa. Sin embargo, a la población poco le interesa su pre candidatura, porque es la carta de un gobierno desgastado, que ya no tiene nada que ofrecer en temas de reactivación económica o inseguridad ciudadana; que representa hoy a un partido venido a menos, que en lugar de fortalecer el presidente y su esposa, se encargaron de desintegrar, con tal de imponer intereses personales antes que partidarios. Peor aún, si la agenda política circula en torno a los desaciertos del gobierno y cuestionamientos a la esposa del presidente, antes de plantear sus propuestas, Milton Von Hesse va a tener que lidiar con las acusaciones por corrupción dentro del gobierno y, si con el transcurrir de los días, las imposiciones, los desaciertos e intromisiones palaciegas no lo obligan a renunciar, no pasará de mítines reducidos pero si habrán muchos selfies para la posteridad.