Sin más credenciales laborales, que haber sido congresista por cinco años, de los cuales faltó 500 días y de regentar a un partido político a expensas del apellido heredado del padre, que hoy purga condena por delitos de corrupción y contra los derechos humanos; Keiko no logra asimilar aun su segunda derrota consecutiva para llegar a la presidencia.

Haciendo memoria, recuerdo ver por televisión, previo a las elecciones del año 1990, a un periodista preguntar a dos mujeres humildes que estaban echadas en el césped de algún parque limeño, ¿Por quién van a votar?, ellas solo sonreían tímidamente, se miraban entre si, mudas, nerviosas, no recordaban el nombre del candidato que iban elegir, para finalmente responder con interrogantes: Eh, ¿Como se llama?, este... ¿Por el Chinito?  Si, Alberto Fujimori, ese mismo candidato al que convirtieron en presidente, que luego se volvió dictador, que se reeligió en el año 2000 mediante un fraude, para terminar renunciando por fax y que hoy está preso en la DIROES.

Han pasado más de 15 años desde que culminó el régimen de Alberto Fujimori y las huestes del fujimorismo, ven encarnada en Keiko a la sucesora y su nueva emperatriz; todos ellos dispuestos a elogiarla, alabarla, defenderla e incluso idolatrarla con fanatismo a más no poder, cerrando filas en nombre del trono cedido por el padre. Si antes era "El chino" ahora es "La china"  quien es su todo para ellos, porque sin Keiko en el escenario político, correrían tras de Kenji, pues dicen: "No hay fujimorismo sin Fujimori" como una satrapía oriental basada en los lazos de sangre, donde sus súbditos celebraban su cumpleaños con espectáculos patéticos, disfrazados de zombis o con pelucas parodiando coreografías ridículas, como arlequines dispuestos a hacer reír a su lidereza a quien admiran ciegamente.

¿Y cuales son los méritos de su Keiko?: "Tiene experiencia... ha construido sola un partido... ha viajado y recorrido todo el Perú... está preparada para gobernar... tiene el mejor programa de gobierno"... sin serlo, la ven como su matriarca, la defienden con devoción, incluso dijeron que PPK antes de reunirse con ella, le debía pedir perdón porque no solo la había ofendido, sino también a la mitad del país (Representada en ella). 

Por otro lado, vemos a una Keiko que no asimiló su derrota, no comprende qué pasó, porque no es capaz de aceptar sus errores ni los delitos cometidos por su padre a los que ella los llamó errores, porque al igual que en los noventas, un gran sector de los millones de peruanos no saben del por qué votaron por ella: Porqué es mujer... porque es joven... porque Keiko es lo máximo... porque es la mejor... porque es honesta... porque es muy valiente... O sea y sin olvidar las dádivas que regaló en toda su campaña premeditadamente larga, siguen los argumentos insensatos y de fines del siglo pasado y aunque no lo quieran reconocer, la verdad es que ella fue parte activa en el gobierno de su padre.

Meses atrás, conversaba con una persona humilde quién me manifestó que su voto fue por Keiko, porque recordaba que El Chino hace más de veinte años, llegó a su comunidad en Cajamarca y le regaló un uniforme escolar y eso era suficiente, un mérito más, como cientos de miles de peruanos de lugares pobres que recuerdan haber hecho colas y recibido cada mes, bolsas con víveres de manos de soldados que descargaban de camiones del ejercito. Ese mismo clientelismo hoy asolapado de dar dádivas a cambio de un voto,  porque es fácil manipular sus mentes, carencias y necesidades, para dar paso luego a los apetitos de poder y de depredación de los recursos del Estado, que los pobres no comprenden. 

Ahora Keiko tiene otros cinco años más para seguir construyendo ese partido que la mantiene mensualmente sin trabajar y viajar por todo el Perú, a los lugares más recónditos donde se respira pobreza, donde no hay educación y donde la ignorancia y la miseria seguirá siendo el gran soporte de su partido, ese voto rural y lejano del Perú profundo al que apelaron hasta los últimos segundos del conteo de votos y al voto escondido de aquellos que votaron por ella por ser la hija del padre preso, pero que se avergüenzan en decirlo.

Ya pasada las elecciones, los fujimoristas se sintieron perseguidos o víctimas, dijeron que Keiko se enfrentó al odio de millones de peruanos, porque recibió todo tipo de insultos y calificativos, desde Keiko no va, Keiko vaga, Keikonchuda, Fujimori nunca más, etc, ya se olvidaron de la guerra sucia del fujimorismo a finales de los noventas encarnada desde el SIN, donde compraron editoriales de los medios de comunicación, además de la prensa chicha, esos pasquines pornograficos y nauseabundos dirigidos desde el Servicio de Inteligencia, que colgaban en cada esquina, en los puestos de periódicos creados para insultar y vejar a los opositores diariamente, "Chancho Andrade", "Loca Castañeda" (Si, el mismo que  luego le dio su apoyo) o "El borracho Toledo". Eso está presente en la memoria de millones de peruanos, no se trata de alimentar odios como dijeron Keiko y sus seguidores.

Keiko además de sus desaciertos políticos, fue derrotada por los oscuros antecedentes de corrupción del gobierno de su padre; desde la desaparición de ropa donada, las esterilizaciones forzadas, los asesinatos del Grupo Colina, la compra de armamento sobrevaluado, los vínculos con el narcotrafico, las desapariciones, la represión a las protestas, el control de los medios de comunicación, de jueces y fiscales a la medida, utilizando a la SUNAT como medio de represión y persecución mientras a los amigotes del régimen se les creaba el RUC sensible y un contralor decorativo que no investigaba y así una larga lista de delitos representados por la honradez, tecnología y trabajo. 

Hagamos memoria, Keiko olvidó que su padre ganó gracias a que prometió a los electores ser el No shock, para luego incumplir su promesa y despedir a miles de trabajadores estatales, propiciando así la generación del subempleo, autorizando la importación de combis con timón cambiado y autos de segunda mano, donde miles de despedidos ante la crisis económica, depositaron su dinero en CLAE que venía funcionando durante varios gobiernos por más de 25 años ante los ojos de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), pagando intereses puntuales, mediante un sistema piramidal, donde incluso la ex Primera dama y madre de Keiko, Susana Higuchi daba apertura al Año cultural de CLAE y cuando tiempo después la SBS la intervino, ¡Vaya casualidad!, kilómetros más allá, se desenterraban los restos mortales de los estudiantes de la Universidad La Cantuta, masacrados por el Grupo Colina, integrado por miembros del ejercito, la cortina de humo fue echada a andar con singular precisión, la prensa minimizó el hecho, más importante eran ver día tras día en la televisión o en los periódicos a los pobres claeistas crucificados, ver como se encadenaban, mujeres y ancianos llorando por los ahorros perdidos, mientras los más privilegiados fueron los militares, políticos, jueces y fiscales adictos al régimen, quienes lograban recuperar su dinero y el local principal de CLAE en lugar de ser rematado y entregado a los ahorristas, quedó en manos de un congresista fujimorista.

Keiko fue derrotada también por su cinismo y soberbia, porque quiso marcar distancia del gobierno de su padre, cuando ella fue parte activa; porque si el principal activo del Fujimorismo es que trajo la pacificación del país, entonces siendo claros, la derrota al terrorismo era muy necesaria como un primer paso de una visión neoliberal que trajo las privatizaciones, la voracidad y el saqueo de las arcas del Estado y remate por debajo de su valor de las empresas estatales, pues ¿Qué transnacional querría invertir en un país que se destruía por el terrorismo?, cediendo así privilegios oligopólicos con sindicatos dóciles y el fujimorismo con los militares aprovecharon esa urgente necesidad nacional: "Yo me quedé en país, jamás me fui por miedo al terrorismo", le espetó Keiko a PPK, claro; con más de 20 guardaespaldas, viviendo en el Cuartel General del Ejercito (Pentagonito) y con su padre como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, cualquiera es valiente ¿No?

La ex candidata, hoy nos habla de un partido democrático que dice construir con alternancia, sin embargo, resulta más un proyecto personalista cuyo soporte está en el apellido paterno, no por algo, para acceder al portal web de Fuerza Popular, en lugar a entrar a un enlace con el nombre de dicha agrupación política, resulta que el link del partido naranja, lleva el nombre de Keikofujimori.pe ese mismo partido que tiene como símbolo la "K " de Keiko o quien sabe si más adelante sea la "K" de Kenji, porque es un partido que solo existe por el apellido Fujimori y por ninguna otra razón, donde por ahora, es ella quien marca su territorio, sacando de la lista de candidatos a las más conspicuas representantes del fujimorismo de los noventas, pero que hoy se reciclan como asesoras, ella decide quién si y quien no, solo para las galerías, porque que al final de cuentas, las desaforadas resultan igual defendiéndola ante cámaras siempre y opinando en favor de ella y dispuestas "a seguir colaborando".

Hace unos días Keiko dio un mensaje por 28 de Julio, diciendo que su plan de gobierno será convertido en leyes, entonces me vino a la mente cuando Alberto Andrade le ganó las elecciones municipales en 1995 al candidato fujimorista Jaime Yoshiyama, la misma noche que salían los resultados, el presidente Alberto Fujimori anunció públicamente que designaba a su candidato derrotado como flamante Ministro de la Presidencia, lo que no solo era un premio consuelo, sino que le daba atribuciones y presupuesto público para que haga obras en la ciudad, en una muestra del ejercicio abusivo de su poder, así mientras el Ministerio de la Presidencia con Yoshiyama a la cabeza, ejecutaba obras públicas, los pasquines progobierno se encargaban diariamente de calificar al alcalde Andrade de ser un inepto, solo un jardinero, un sembrador de plantitas. Acá no es cuestión de odios, es cuestión de memoria;  eso es el fujimorismo.

Keiko sostiene que su padre es inocente de los delitos por crímenes y corrupción, por los que está preso y que éste tomó la decisión política de capturar a Vladimiro Montesinos a quien le otorgó una CTS de quince millones de dólares. Parece que no vio cuando su padre Alberto Fujimori ya encarcelado frente a su ex asesor, preso también por corrupción, con cuentas millonarias en el extranjero, el culpable de su desgracia y ocaso, los dos en la sala de la Base Naval, frente a frente, el Asesor haciéndole una mueca de complicidad y el Chino guiñándole el ojo, amén de lo que solo ellos saben, riéndose una vez más de los peruanos. 

Por qué habría de creer que Keiko ha cambiado, cuando ella misma usa la palabra fujimorismo acompañada de su sonrisa falsa, como proyecto político y partidario, ella no puede segregar lo bueno de lo malo de la gestión de su padre, porque ella fue la Primera dama de uno de los gobiernos más corruptos de la historia del Perú, cuyos principales funcionarios saquearon miles de millones al Estado y terminaron prófugos o encarcelados, mientras cientos de miles de peruanos pobres en las periferias de Lima y zonas olvidadas del país, seguían recibiendo víveres de manos del gobierno y leyendo diariamente en la prensa chicha, las calumnias y difamaciones hacia los opositores, riéndose embobados con el humor grosero de los cómicos ambulantes, de las peleas por amoríos fingidos en el set de Laura Bozzo, como medios distractivos de un gobierno que destruía la institucionalidad de un país, los valores de la sociedad e instauró el pan y circo como cimientos de esa pseudo doctrina naranja que amenaza volver.